Categoría: Actualidad
Fecha: dic 19, 2011
Título: El abuso en chavales lleva de la psicosis al fracaso escolar


El cerebro alcanza su madurez plena a los 24 años, aunque la fase crítica de desarrollo culmina a los 18.

 



         El cannabis divide a los profesionales de la salud. Los hay convencidos de que su consumo está relacionado directamente con la aparición de la esquizofrenia, como el profesor de Farmacología de la UPV Javier Meana; y quienes sostienen que a pesar de las muchas investigaciones existentes «eso es algo que no está del todo demostrado», como dice Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en laComplutense de Madrid. De lo que nadie duda es de los «graves daños» que esta sustancia puede causar en el cerebro en desarrollo de un adolescente. La psiquiatra Ana González-Pinto, jefa de Programas Especiales de Psiquiatría del hospital de Álava, resume la situación. «El riesgo de psicosis para un menor que mantiene un consumo continuado es muy importante. Pero, además -añade-, una conducta así no sólo favorece que los niños sufran problemas cognitivos, sino que también les lleva a tener un peor rendimiento, a quedarse descolgados del seguimiento de sus clases y, finalmente, a la aparición de un cuadro de fracaso escolar».

        La madurez plena del cerebro humano no se alcanza hasta los 24 años, aunque la fase más crítica de desarrollo culmina a los 18. Cualquier agresión recibida durante ese tiempo puede tener efectos notables sobre la salud. «El cannabis es una droga peligrosa para los jóvenes en la medida en que condiciona la aparición de trastornos psiquiátricos», describe el especialista Miguel Gutiérrez, catedrático de Psiquiatría de la universidad pública vasca. Un estudio de la doctora González-Pinto, publicado en ‘Journal of Clinical Psychiatry', una de las revistas más prestigiosas del mundo de la especialidad, lo corrobora. El trastorno bipolar y la esquizofrenia se adelantan seis o siete años en los consumidores moderados de cannabis y hasta ocho en las personas con mayor adicción.

 ¿Peor que el tabaco?

        Una cuestión que a menudo se plantea al analizar los riesgos de la marihuana es si su consumo resulta más dañino para la salud que el del cigarro. ¿Qué dice la ciencia? El tabaco afecta al cerebro de forma más leve. Según recuerda ManuelGuzmán, sus perjuicios están ligados, sobre todo, a la aparición de enfermedades cardiovasculares, complicaciones respiratorias y cánceres, que se desatan tras un consumo prolongado y abusivo. Todas estas patologías, frecuentes en los fumadores de tabaco, resultan mucho menos comunes entre los usuarios de -sólo- marihuana. Es una cuestión numérica. «Una pauta desmedida en tabaco supone el consumo de 40 ó 50 cigarrillos al día, mientras que lo máximo que se fuma un usuario de cannabis son 7 u 8 porros».

       Más allá de la inmadurez de su sistema nervioso central y de los daños que se le pueden infligir, el problema en el consumo de marihuana entre los menores es otro, según describe Guzmán. «Lo consumen de una forma desaforada, utilizan altas dosis de producto y generalmente usan un cannabis muy puro, bastante rico en su principal componente psicoactivo, que es elTHC», la sustancia tras la que se ocultan los cuadros de psicosis y ansiedad. «Si 5.000 adolescentes vascos consumen a diario cannabis, estamos ante un problema de Salud Pública de primer orden», resume la especialista del hospital de Álava.

 

 

Fuente: El Correo, 18-12-11