EL Gobierno tiene que rectificar ya su política económica

15 Feb EL Gobierno tiene que rectificar ya su política económica

Según los publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística, el IPC se situó en el mes de enero en el 2,9%, dos décimas más que la media nacional. UGT considera que el coste del ajuste está recayendo íntegramente sobre los trabajadores y ciudadanos que tienen que hacer frente a la subida de precios, impuestos y tasas en medio de una política de contención de salarios. Sin embargo, y en contra de la moderación pactada por empresarios y sindicatos en el II AENC, los márgenes empresariales no están teniendo la contención debida. El sindicato considera que la política económica del Gobierno y decisiones como la no revalorización de las pensiones, la congelación por tercer año consecutivo del IPREM, el exiguo incremento del SMI (0,6%) y el continuo deterioro del poder adquisitivo de los empleados públicos generado por los recortes, no hacen más que agravar la situación y provocar desconfianza en el futuro. UGT advierte de que cuanto más tarde el Gobierno en acometer este cambio de rumbo y rectificar su orden de preferencias, más se alargará la devastadora situación económica social y laboral actual.

Los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúan la tasa de variación interanual del IPC en Castilla y León, en el 2,9%, dos décimas más que la media nacional. Castilla y León se sitúa, por tanto, entre las comunidades más inflacionistas. La variación mensual del índice general es, sin embargo, del -1,3%, respecto al mes de diciembre. Una evolución, esta última (-1,3%), que recoge, especialmente, el efecto rebajas, con una tasa en el grupo de Vestido y calzado de -15,2%.

Por su parte, los grupos con mayor repercusión positiva en el índice general son los siguientes: Transporte (1,1%), debido a la subida de los carburantes, bebidas alcohólicas y tabaco (2,4%) como consecuencia de los precios del tabaco y el grupo de los Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,5%) debido a las subidas de los precios de las frutas frescas y el pescado fresco.

Ante los datos conocidos hoy, UGT quiere llamar la atención sobre el deterioro del poder adquisitivo de ciudadanos y trabajadores, una situación que se está agravando gracias a  decisiones del Gobierno como la no revalorización de las pensiones (incumpliendo su reiterado compromiso de actualizarlas y, lo que es peor, incumpliendo la Ley de Seguridad Social), la congelación por tercer año consecutivo del Indicador Público de Rentas Múltiples (IPREM), el exiguo incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de un 0,6% para el año 2013 y el deterioro continuo del poder adquisitivo de los empleados públicos generado por los recortes del Gobierno.

Una situación que se une a la desconfianza en el futuro de la economía española, el aumento de la precariedad laboral y el derrumbe de las expectativas, lo que acentúa una crisis que está alcanzado niveles sin precedentes.

Es más que evidente que la política económica de este Gobierno centrada en los recortes y en los ajustes, no sólo no es eficaz, sino que es contraproducente para salir de la crisis. Y en este sentido ya hay llamamientos desde distintos organismos internacionales que hasta ahora demandaban políticas de ajuste y contención del gasto, al impulso de la actividad económica con medidas expansivas ante la evidencia de que las restrictivas adoptadas hasta el momento, si no se acompañan de políticas de estímulo al crecimiento económico y al empleo, solo conducen progresivamente a más recesión y más desempleo, además de ser ineficaces para la consecución de los objetivos de reducción del déficit y de la deuda.

Por ello, desde UGT insistimos en demandar una rectificación inmediata de la política económica del Gobierno, para que no se centre en la política presupuestaria encaminada en exclusiva a la eliminación del déficit público, y se oriente a la recuperación de la actividad y del empleo y proteja los derechos sociales y laborales de los trabajadores y ciudadanos de nuestro país, devolviéndoles la confianza que necesita este país para que puedan promover sus proyectos de inversión y de consumo, recuperando su papel determinante en nuestra economía, ante la imposibilidad de que la actividad en el exterior pueda compensar de manera suficiente la extraordinaria caída del consumo interno.

 

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