15 Ene IPC. El precio del ajuste económico recae sobre los trabajadores, mientras siguen aumentando los márgenes empresariales
Según los últimos datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios de Consumo (IPC) en Castilla y León se sitúa en el mes de diciembre en el 3,1%, dos décimas por encima de la media nacional (2,9%), lo que nos sitúa como la tercera comunidad más inflacionista. 2012 se ha cerrado con un IPC del 3,1% frente al 2,7 de 2011.
El dato del IPC anual unido a los demás indicadores económicos, niveles de actividad o empleo, nos muestra una economía profundamente deprimida y sin visos de mejorar en un futuro a corto o a medio plazo, por más que desde el Gobierno se nos intente convencer de lo contrario.
A priori resulta extraño que los precios se mantengan en niveles de crecimiento tan elevados cuando los datos de Contabilidad recogen caídas continuas del consumo en todos los agentes económicos, que deberían de moderar significativamente el nivel de los precios; sin embargo se debe al mantenimiento de los márgenes empresariales, contraviniendo la moderación marcada por el IIAENC firmado por empresarios y sindicatos, mientras que el coste del proceso de ajuste que está sufriendo la actividad económica está siendo soportado íntegramente por los trabajadores.
A ello se le une la poca preocupación que está mostrando el Gobierno por los trabajadores y los ciudadanos, como queda patente con la no revalorización de las pensiones, la congelación, un año más, del IPREM o el exiguo incremento del SMI, de un 0,6% para el año 2013, insuficiente a todas luces para compensar el previsible incremento de los precios.
La conjunción de un alto nivel de precios con las últimas actuaciones señaladas, junto a las que se están desarrollando en el ámbito de los empleados públicos, lejos de mejorar lo más mínimo la situación general del país, tendrán consecuencias muy negativas en el desarrollo de la actividad económica y, por extensión, del empleo.
La política económica que el Gobierno está desarrollando en todos los ámbitos de su competencia se está demostrando no sólo ineficaz sino contraproducente al estar intensificando la caída de la actividad y del empleo, empeorando, a medida que pasa el tiempo, la situación de cada vez capas más amplias de la población.
Desde UGT se demanda una modificación inmediata y sustancial de la política económica del Gobierno, que no se centre en exclusiva en la política presupuestaria y en la eliminación del déficit, sino que se encamine a la recuperación de la actividad y proteger los derechos sociales y laborales de los trabajadores y ciudadanos de nuestro país, dándoles la confianza y seguridad suficiente para que puedan acometer sus proyectos de inversión y de consumo, recuperando el papel, determinante por otro lado, en la economía.