La CES convoca una Jornada de Acción en torno al 23 de noviembre en toda Europa

22 Oct La CES convoca una Jornada de Acción en torno al 23 de noviembre en toda Europa

El Comité Ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que tiene lugar entre hoy y mañana en Bruselas, ha convocado en torno al 23 de noviembre (la fecha se ajustará en cada país) una Jornada de Acción Europea en todos los países europeos contra la política de recortes impuesta en Europa y a favor de un plan de recuperación a nivel europeo para un crecimiento sostenible y buenos empleos.

Las políticas impuestas en la UE han dado lugar a numerosos recortes, a un aumento de los niveles de pobreza, a la privatización de servicios públicos y a ataques en los sistemas nacionales de relaciones laborales.

Por ello, el movimiento sindical europeo demanda la necesidad de que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de los diferentes países para el año 2014 deberían ser socialmente justos y basarse en el incremento de los recursos públicos, en lugar de basarse en el recorte del gasto.

Los países con mayores dificultades necesitan medidas adicionales para estabilizar su economía y recuperarse progresivamente, por lo que salir de la recesión constituye el objetivo prioritario. Pero se necesita una recuperación fuerte y respaldada por un sector financiero sólido que sirva a la economía real.

Para la CES, la UE tiene potencial suficiente para combatir esta crisis. Un potencial que reside en las personas bien cualificadas, en una fuerte base industrial, en buenos servicios del sector público y privado, en instituciones educativas y de investigación innovadoras, en sistemas de estado bien organizados y en riqueza cultural, entre otras cuestiones.

El plan de recuperación serviría para contribuir a una Unión Europea más integrada, basada en la democracia, la solidaridad, la estabilidad, la competitividad y la productividad, pero para ello es imprescindible la cooperación entre países y la inversión en crecimiento sostenible y buenos empleos.

Este plan de inversión debe asegurar la riqueza y empleos de alta calidad y con futuro, especialmente para los jóvenes; ser sostenible y controlado democráticamente; iniciarse como un proyecto paneuropeo supranacional y no como la suma total de los programas de estímulo nacional; disponer de medidas necesarias en el corto plazo; tener una financiación fuerte y contribuir a la redistribución de ingresos, mientras se lucha activamente contra el fraude fiscal.

Para el movimiento sindical europeo, los países ricos y económicamente más fuertes deben contribuir más a la financiación de futuras inversiones que los países más débiles, con el fin de restaurar el crecimiento sostenible y de calidad. Y esta inversión debe ir, prioritariamente, a través de la transformación de la energía, de ampliar la red de transporte e infraestructura, de mejorar la educación y la formación, de expandir las redes de banda ancha, de asegurar el futuro industrial y de invertir en servicios públicos y privados y en infraestructura sostenible.

Todo ello a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que abra el acceso a la financiación en el conjunto de la UE con más capital social, estableciéndose en cada Estado miembro en una proporción equivalente a sus niveles de PIB, que emita informes regulares y que permita a los interlocutores sociales disponer de un mecanismo de seguimiento y evaluación del mismo.

Share