La EPA demuestra que las políticas de recorte y la reforma laboral aceleran la destrucción de empleo y ahondan en la recesión

24 Ene La EPA demuestra que las políticas de recorte y la reforma laboral aceleran la destrucción de empleo y ahondan en la recesión

Los datos de la Encuesta de Población Activa referentes al cuarto trimestre del año 2012, recogen un incremento de 39.200 parados en Castilla y León en datos interanuales, respecto al cuarto trimestre de 2012, lo que eleva el total de desempleados hasta los 240.800. En comparación con el trimestre anterior, se han registrado 13.700 parados más en la comunidad. La tasa de paro se ha incrementado en todas las provincias de la Comunidad, destacando Zamora con un incremento del 7,69; León 5,72; Salamanca 4,65; Segovia 4,64; Burgos 3,06; Soria 2,75; Valladolid 2,27; Palencia 0,91 y Ávila 0,06.

En la Comunidad en 2012 se han registrado un descenso del 5,53% en el número de ocupados, lo que supone 53.800 ocupados menos.
La situación es ya insostenible, no se puede abandonar a los que han perdido supuesto de trabajo, por el continuo empeoramiento de la situación económica, no pueden encontrar un empleo. Alargar inútilmente la decisión de la prórroga del Plan Prepara en un contexto de destrucción de empleo, de aumento del paro de larga duración, es una inmoralidad.

Queda patente que las políticas de recorte de gasto si no van acompañadas de estímulo al crecimiento y la creación de empleo, no cumplen siquiera con los objetivos de reducción del déficit para las que supuestamente se implementan. Además no se puede esperar crecer y salir de la crisis desde la profundización de los desequilibrios y desigualdades.

No aceptamos que el desempleo, la rebaja salarial generalizada, el empobrecimiento masivo, la exclusión social o la eliminación de servicios públicos sea la única política posible frente a la crisis, porque no lo es. No aceptamos que reformas laborales como las impuestas sirvan para destruir más empleos y derechos.

Hay alternativa si se cambia el objetivo de la política económica, porque no tiene sentido seguir afirmando que esta es la única política posible cuando no es cierto. Hay alternativa porque lo que hay que hacer es proteger a los que se han visto más perjudicados por la larga crisis que atravesamos y que cada vez se encuentran con mayores dificultades para reincorporarse al mercado de trabajo; hay que hacer políticas que favorezcan el mantenimiento y la creación de tejido industrial en sectores de mayor aportación de valor añadido y con mayores posibilidades de crecimiento duradero y sostenido; y hay que procurar que los jóvenes tengan oportunidades, porque son el capital de futuro más valioso que tenemos; y hay que valorar la experiencia y el saber hacer de los trabajadores que ahora no tienen oportunidades, porque son el capital actual que tenemos tan desaprovechado. Estos son los objetivos que hay que lograr, antes que la reducción del déficit y el abismo al que nos lleva.

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