La pobreza en Castilla y León, de coyuntural a estructural

17 Oct La pobreza en Castilla y León, de coyuntural a estructural

“Una llamada a las conciencias y a los poderes públicos de esta Comunidad de que también aquí hay que luchar por la erradicación de la pobreza”. Este era el llamamiento que hacía el Secretario General de UGT Castilla y León, Agustín Prieto, junto a la Secretaria de Política Social y Salud Laboral, Carmen Campelo en la conferencia de prensa en la que, con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el Sindicato ha realizado, una radiografía sobre la realidad social de nuestra Comunidad.

Radiografía nada halagüeña en la que Prieto se ha referido al 17,5% de la población que en Castilla y León en el año 2013 se encontraba en riesgo de pobreza, al 2% que se encuentra en una situación de carencia material severa y al 13% de hogares con escasa intensidad de empleo, porcentaje que va en aumento debido a la crisis A los 150.000 parados que llevan un año en esa situación, a los 100.000 que lo están desde hace dos años, a los 90.000 hogares con todos sus miembros en paro, los 50.000 subempleados con unos salarios que no les permiten abandonar el umbral de la pobreza a pesar de tener trabajo.

Por su parte, Carmen Campelo, Secretaria de Política Social y Salud Laboral de UGTCyL, ha destacado algunos de los datos incluidos en el informe. Así, según los datos que establece la Tasa Arope, que es la tasa de riesgo de pobreza y exclusión, en Castilla y León el 20% de la población se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión. El panorama en Castilla y León es devastador: 226.000 personas viven en hogares de baja o nula intensidad de empleo; 40.000 personas padecen privación material severa; 265.000 personas llegan difícilmente a fin de mes; el 24% de los hogares no pueden hacer frente a gastos imprevistos (3 de cada 10 también sufren retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda), cerca de 80.000 hogares no pueden mantener la temperatura adecuada ni comer carne o pescado dos veces por semana.

Para Campelo estas cifras son entendibles si no olvidamos que existen más de 40.000 familias en las que ninguno de sus miembros reciben ingresos de ningún tipo, que el porcentaje de familias con todos sus miembros en paro asciende al 12,21% o que a ese ascenso de numero de familias con baja intensidad de empleo al que hacia referencia anteriormente se le suman retribuciones salariales mínimas muchas veces por debajo de los 400 euros.

La diferencia entre esta radiografía y la que teníamos el año pasado es la cronificación de la pobreza. La política económica y laboral nefasta que se está aplicando, los recortes y la no creación real de un empleo digno y suficiente para vivir está convirtiendo a estas personas en un colectivo anclado y estancado estructuralmente en esa pobreza. Situación de que tampoco es posible salir a través de empleos precarios y temporales, consolidándose así la figura del “trabajador pobre”.

Esta situación está provocando un gran aumento de la desigualdad, situando a nuestro país como el segundo más desigual de la UE.

Tampoco debemos olvidar que detrás de todos estos datos hay hogares, familias, niños; lo que nos lleva incuestionablemente hacia la gran asginatura pendiente en nuestra Comunidad, aunque la Consejera de Familia no quiera reconocerlo como debiera, la Pobreza Infantil. En Castilla y León tenemos 346.000 niños menores de 16 años, de los que 7.000 están en situación de pobreza severa, el 24.4% en riesgo de pobreza según la Tasa Arope y de 35 a 40.000 viven en hogares de baja intensidad de empleo.

Y ni siquiera los pensionistas de estas familias van a poder seguir sustentando el apoyo ofrecido en estos años puesto que su perdida de poder adquisitivo es un hecho. Este es  otro sector poblacional por edad con su propiedad identidad en la tasa de pobreza ya que ahora mismo supone el 22,2% de las personas mayores de 65 años en Castilla y León. Y que dentro de estos nuevos perfiles de pobreza se les puede considerar perdidos dado que por edad ya no acceden a ninguna mejora económica que no pase por subidas de sus pensiones u otro tipo de prestaciones económicas de ayuda.Y a ellos podemos unir el 17% de los parados de esta comunidad que tienen mas de 55 años y para los que las perspectivas de inclusión en el mercado laboral todos sabemos ya son prácticamente imposibles.

En cuanto a los mecanismos articulados para dar cobertura a esta problemática por nuestros servicios sociales, se encuentra la llamada Red de Protección a las personas y familias en situación de vulnerabilidad en la que se engloban todas las ayudas de emergencia y la Renta Garantizada de Ciudadanía. Pero no es todo lo necesario y deseado a tenor de los datos.

Lo relativo a las ayudas de emergencia es un desierto total de datos y los pocos que existen no son homogéneos debido a las diferentes normas con las que cada entidad local ha ido desarrollando dichas ayudas.

En cuanto a la Renta Garantizada de Ciudadanía, nuestros cálculos el año pasado nos llevaban a ver la necesidad de incrementar un 60% los perceptores hasta llegar aun total mínimo de 35.000 beneficiarios. Y si bien es cierto que el número de beneficiarios se incrementó, también existe un elevado porcentaje de denegaciones que alcanza el 60% y cuyas causas tampoco conocemos.

Mayor cobertura para el desempleo, políticas activas de empleo, empleo de calidad, con derechos y salarios dignos, pasos fundamentales para iniciar el camino de la auténtica recuperación económica con la que poder comenzar a revertir esta desoladora radiografía social de Castilla y León.

 

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