La reforma laboral consolida la temporalidad en el empleo

03 Ago La reforma laboral consolida la temporalidad en el empleo

El descenso del paro en julio, en Castilla y León, es de carácter estacional y las contrataciones registradas en este mes son de carácter temporal: sólo un 6,6% de los contratos fueron indefinidos (4.669) frente al 93,4% de contratos temporales (65.877), se trata de la proporción más baja registrada en los últimos años de la contratación indefinida. Estos datos constatan que la reforma laboral no favorece la creación de empleo estable, sino todo lo contrario, y lejos de resolver los problemas del mercado de trabajo los agrava a la vista de estos datos. Por tanto, aunque haya disminuido el desempleo en julio no hay un crecimiento económico suficiente que permita un empleo de calidad, y el giro de la política económica que dio el Gobierno, a principios de año, está contribuyendo a ralentizar la actividad económica, y provocará nuevos ajustes de empleo en el otoño.

Nuevamente se registra una disminución del número de desempleados en los Servicios Públicos de Empleo. En este mes de julio hay 7.183 parados menos, lo que sitúa el total de parados en 180.035 en Castilla y León. Aún así, todavía se registra un incremento en términos anuales del 13,16% (20.941 desempleados más), tres puntos por encima de la media nacional. La caída del número de desempleados vuelve a ser ligeramente más pronunciada entre los hombres que entre las mujeres.

El total de contratos registrados se ha incrementado en un 14,67% respecto al mes de junio, pero sólo 6,6% de los contratos han sido indefinidos, es decir, 4.669, mientras los temporales han sido 65.877 (el 93,4% de todos los contratos registrados).

Se ha registrado uno de los mayores descensos del número de desempleados en el mes de julio desde el año 2004, sin embargo, estamos todavía ante unas cifras de desempleo que siguen siendo excesivamente elevadas. Ante la temporada estival, las contrataciones en ciertos sectores muy estacionales se han incrementado (tal y como se apunta en los datos hoy publicados), pero esa contratación es enteramente de carácter temporal. La recuperación de los niveles de empleo, por tanto, corre el peligro de concentrarse especialmente en la temporalidad.

Apenas el 6,6% de los contratos de este mes, por tanto, ya se constata que la reforma laboral no favorece la creación de empleo estable, sino todo lo contrario. Incide en el excesivo peso de los contratos temporales en nuestro mercado laboral, con la consiguiente disminución de la calidad del empleo.

Por ello es una reforma que no resuelve los problemas del mercado de trabajo, que en la mayoría de las ocasiones tienen su origen en una estructura productiva que no favorece los sectores más innovadores, con mayor capacidad de aportar valor añadido y que puedan ser la base de un crecimiento económico sostenible y duradero como el que necesitamos.

Además, el giro de la política económica que dio el Gobierno a principios de año, ya se está reflejando en el mercado de trabajo: aunque disminuyan las cifras de desempleados no hay un crecimiento económico suficiente que permita la creación de empleo de calidad. El cambio en las políticas, que han pasado de estimular la demanda económica, a recortar el gasto (de manera indiscriminada) para reconducir el déficit al cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, motivo de la convocatoria de Huelga General para el 29 de septiembre, afectará a la actividad económica, trasladándose de nuevo al mercado de trabajo. Tras la mejora de la contratación derivada de la época estival, la propia paralización de la actividad económica que se repite en el mes de agosto hará que durante el otoño se lleven a cabo nuevos ajustes de empleo.

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