UGT demanda una apuesta sin paliativos por medidas reales y concretas que estimulen la economía y el empleo

04 Jun UGT demanda una apuesta sin paliativos por medidas reales y concretas que estimulen la economía y el empleo

Los datos de paro publicados hoy por los Servicios Públicos de Empleo, reflejan que, a pesar del descenso estacional, de desempleados correspondiente a cada mes de mayo, el número de personas sin empleo ha aumentado un 6,4% el último año, situando la cifra total en 244.089. Estos datos continúan marcando un nivel de paro insostenible que, según muchas previsiones, puede seguir incrementándose. Nos encontramos, nuevamente, ante la constatación más evidente del fracaso de unas políticas basadas en el ajuste y el recorte, por lo que UGT considera imprescindible una apuesta sin paliativos por medidas reales y concretas que estimulen la economía y el empleo.

Según los últimos datos publicados hoy por los Servicios Públicos de Empleo (SPE), el número de personas registradas como desempleadas se sitúa en el mes de mayo en 244.089 personas, lo que supone un descenso respecto al mes anterior  de 4.756 personas. En el último año, el número de personas desempleadas se ha incrementado en 14.736 personas, lo que supone un incremento del 6,43%.

El recrudecimiento del paro en Castilla y León durante los dos últimos años ha sido mayor que en el conjunto del país; mientras en 2012 el incremento fue 5 puntos superior a la media nacional, en mayo de 2013 el incremento anual ha sido del 6,4% lo que ha convertido a Castilla y León en una de las comunidades en las que más está subiendo el paro en el último año junto a Cantabria, Asturias, Navarra y País Vasco.
Otro mes más, la evolución del paro regional en el último año es claramente peor respecto a la media nacional. Siete de las nueva provincias castellano y leonesas (todas excepto Salamanca y Ávila) están entre las viente de toda España en las que más ha subido el paro durante el último año; siendo Palencia, Burgos y León las que se encuentran entre las diez peores.

Respecto a la contratación, los datos acumulados de enero a mayo (218.810) no acaban de corregir la caída registrada a lo largo del año pasado, confirmando la atonía registrada desde el verano de 2011 fruto de la desaceleración económica. Además la precariedad sigue manteniéndose muy elevada al contabilizarse que de cada 10 contratos registrados, 9 son temporales.

No podemos olvidar que hay 111.495 castellanos y leoneses que no están percibiendo ningún tipo de prestación, el 45,7% de los desempleados de la Comunidad frente al 40,7% de media nacional, 5 puntos porcentuales menos en Castilla y León que en España

Es necesario contar con dos factores importantes que pueden estar influyendo significativamente en la caída registrada. Por un lado, habría que tener en cuenta el efecto estacional, ya que mayo es un mes en el que tradicionalmente se reduce el número de parados; y, por otro lado, el preocupante efecto desánimo que se podría estar dando en nuestro mercado de trabajo, provocando que personas que desean trabajar y que no encuentran empleo, dejen de registrarse en los Servicios Públicos de Empleo ante la imposibilidad de encontrar un trabajo por esta vía. Efecto extremadamente peligroso si, además, se une a la caída que se está produciendo en la tasa de cobertura del sistema, lo que supondría un importante abandono por parte del Estado y un notable riesgo de exclusión social de este colectivo.

Nos encontramos ante la constatación más evidente del fracaso de las políticas económicas restrictivas, basadas en ajustes y recortes. Políticas que han puesto en peligro el principal activo con el que contamos, el Estado del Bienestar.

Lamentablemente, pese a que la dramática situación en la que nos hallamos exigiría de respuestas firmes y concretas que pusieran su foco en la recuperación del empleo y en la reactivación económica, no parece que éste sea el planteamiento ni de las instituciones comunitarias ni del Gobierno español, a los que les basta con suavizar el discurso de la austeridad a ultranza que venían defendiendo hasta ahora y con anunciar la relajación de los objetivos de déficit para 2013, para darse por satisfechos. Es necesario un mayor nivel de compromiso y una apuesta sin paliativos por las políticas de estímulo al crecimiento económico, que tendría efectos inmediatos en el mercado de trabajo, acompañadas de una política eficaz de lucha contra el fraude y los paraísos fiscales.

El Gobierno de España no puede eludir sus responsabilidades y debe aprovechar el margen de actuación del que dispone, lo que permitiría aliviar en gran medida la difícil situación en la que nos encontramos.

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