Tabaco
El tabaco es, tras el alcohol, la segunda droga más consumida por los españoles. Proviene de una planta llamada Nicotiana tabacum, de cuyas hojas se obtienen los cigarrillos, cigarros puros, picadura de pipa, rapé, tabaco de mascar.
La forma más habitual de consumo de tabaco es el cigarrillo, en cuyo humo se encuentra alrededor de 4000 componentes tóxicos, los más importantes son: la nicotina, los alquitranes, irritantes y el monóxido de carbono.
La nicotina, posee una enorme capacidad adictiva, y es la causa por la que su consumo produce dependencia.
Tabaquismo: desde el punto de vista de la salud, se podía considerar es una dependencia de la nicotina que conduce al consumo reiterado de tabaco y como consecuencia de ello a padecer determinadas enfermedades relacionadas con su consumo.
Los efectos estimulantes de la nicotina sobre el Sistema Nervioso Central como, por ejemplo, la mejora del sentido del humor o de la capacidad de concentración, son los que provocan adicción. Además, dependiendo de la frecuencia con la que se fuma. El hábito llega a formar parte de la vida cotidiana tanto que se llega a fumar de forma automática. Puede afirmarse por tanto, que el tabaquismo es una drogodependencia en la que intervienen factores psicológicos, sociales, de comportamiento y farmacológicos... y una enfermedad crónica.
La mayoría de las personas empiezan a fumar durante la adolescencia por presiones del entorno y de la publicidad. Tras un breve periodo de consumo esporádico, muy pronto adquieren una fuerte dependencia del tabaco, esto se debe a que la nicotina, componente principal del humo del tabaco es una sustancia adictiva.
Lo que se busca con el consumo del tabaco:
- Reducir la tensión en determinadas situaciones.
- Relajarse en situaciones de cansancio.
- Estimular el ritmo de trabajo.
- Dar continuidad a una secuencia de conducta habitual.
Tipos de dependencia:
- Dependencia física: La dependencia de la nicotina se debe en parte a sus propiedades farmacológicas. La nicotina actúa sobre determinadas zonas del cerebro, donde existen unos receptores específicos (sitio donde se fija la sustancia para llevar a cabo sus funciones). Cuanto más se fume, mayor cantidad de estos receptores nicóticos habrá en el cerebro, de hecho los fumadores poseen de un 100 a un 300% más de receptores que los no fumadores. La nicotina se une a sus receptores en el cerebro y hace que aumenten los niveles de otra sustancia llamada dopamina, de este modo la nicotina produce sensaciones placenteras y otros efectos positivos como estimular el estado de ánimo y activar las funciones de alerta y vigilancia. La liberación y aumento de dopamina es la responsable del efecto adictivo del tabaco, su incremento constituye lo que se ha denominado "Sistema de Recompensa".Cada vez que se da una calada a un cigarrillo la nicotina se absorbe rápidamente por los pulmones llegando en 10 segundos al cerebro. Este hecho hace que la adicción a la nicotina sea más fuerte pues en poco tiempo se consigue el efecto placentero deseado, perdiéndose finalmente control de su consumo. La dependencia a la nicotina es la causa de que en la mayoría de los fumadores al dejar de fumar se produzcan una serie de síntomas que en conjunto constituyen el Síndrome de Abstinencia. En resumen se puede decir que se comienza a fumar por los beneficios primarios de la nicotina, pero después de desarrollarse tolerancia y dependencia física, se continúa fumando para aliviar los síntomas de abstinencia que se producen entre cigarrillos.
- Dependencia Gestual: El ritual de dar caladas a un cigarrillo, encenderlo, apagarlo, se convierte en un fuerte hábito del que resulta difícil de prescindir. Si por cada cigarrillo se dan 12 caladas y se fuma un paquete diario, esto quiere decir que se está repitiendo la misma operación de dar caladas unas 240 veces al día, que serían 6200 veces al mes. Se crea una fuerte relación mano-boca, una fuerte dependencia gestual que contribuye a consumir tabaco.
- Dependencia Psíquica: A los fumadores el tabaco les sirve de consuelo en los malos momentos, y contribuye a incrementar el disfrute en los buenos. Para los fumadores, los cigarrillos constituyen un apoyo del que es muy difícil prescindir.
- Dependencia Social: El fumador se acostumbra a fumar en determinadas situaciones sociales: a la hora del desayuno, cuando habla por teléfono, cuando conduce, cuando se sale de fiesta, etc. este tipo de uso del tabaco en estas situaciones se realiza de manera inconsciente, y después de cierto tiempo la relación entre estas situaciones o acciones y el hábito de fumar se hace muy intensa, el fumador no concibe esta situación o acción sin fumar.
Síndrome de Abstinencia: Es consecuencia de la adicción de la nicotina y se produce en el 90% de los fumadores que dejan de fumar. Se produce cuando los niveles de nicotina en sangre descienden por debajo de los niveles mínimos establecidos por el continuo consumo del tabaco y se inicia a las pocas horas de dejar de fumar con las siguientes manifestaciones:
- Con mayor frecuencia:
- Irritabilidad.
- Nerviosismo.
- Dificultad de concentración.
- Dolor de cabeza.
- Aumento del apetito.
- Con menor frecuencia:
- Alteraciones del sueño.
- Cansancio.
- Depresión y sentimiento de frustración.
La mayoría de estos síntomas son debidos a que la nicotina produce un aumento de la liberación de noradrenalina. Cuando la persona se abstiene de fumar, disminuye la cantidad de nicotina y por ello descienden los niveles de noradrenalina por debajo de lo normal, produciendo los consiguientes síntomas de abstinencia. La intensidad y número de síntomas es muy variable de unas a otras, incluso hay personas que no experimentan ninguno.
Como consecuencia de estos síntomas los fumadores, en numerosas ocasiones, reinciden en el consumo de tabaco para aumentar los niveles en sangre de nicotina y poder alcanzar así valores suficientes para hacer desparecer los síntomas.
Efectos:
- Fumar un cigarrillo significa exponerse a numerosas sustancias perjudiciales para la salud y el riesgo de desarrollo de dependencia.
- El monóxido de carbono se encuentra en el humo del tabaco, y pasa a la sangre a través de los pulmones.
- Es el responsable:
- Del daño en el sistema vascular.
- De la disminución del transporte de oxígeno a los tejidos de nuestro organismo.
- Produce: fatiga, tos y expectoración.
- La nicotina actúa sobre:
- Las áreas del cerebro que regulan las sensaciones placenteras, provocando la aparición de dependencia.
- Sobre el sistema cardiovascular: provoca aumento de la frecuencia cardiaca y posibilidad de arritmias.
- Produce cambios en la viscosidad sanguínea u aumenta los niveles de triglicéridos y colesterol.
Efectos al poco tiempo de empezar a consumir:
- Arrugas prematuras en la zona del labio superior, alrededor de los ojos, barbilla y mejillas, y coloración grisácea de la piel que constituye el llamado "rostro del fumador".
- La piel del rostro envejece más rápidamente.
- Manchas en los dientes, infecciones y caries dentales.
- Manchas amarillentas en uñas y dedos.
- Mal aliento y mal olor corporal por impregnación del olor del tabaco.
- Quedarse sin aliento fácilmente.
- Provoca tos por las mañanas.
Efectos a corto plazo en jóvenes que empiezan a fumar, sin necesidad de que exista cronicidad en el consumo de tabaco:
- Aumento de catarros de repetición.
- Aumento de la tos.
- Disminución del rendimiento deportivo.
- Pérdida de apetito.
Riesgos para la salud:
- Según la OMS (Organización Mundial de Salud), el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo.
- El tabaco está directamente relacionado con 29 enfermedades 8 10 de ellas, distintos tipos de cáncer), y es la principal causa de muertes por cáncer de pulmón, del 50% de enfermedades cardiovasculares.
- Enfermedades relacionadas:
- Bronquitis crónica.
- Enfisema pulmonar.
- Cáncer de pulmón.
- Hipertensión arterial.
- Enfermedad coronaria: angina o infarto de miocardio.
- Accidentes cerebro-vasculares: trombosis, hemorragias o embolias.
- Úlcera gastrointestinal.
- Gastritis crónica.
- Cáncer de laringe.
- Cáncer bucofaríngeo.
- Cáncer renal o de vías urinarias.
- Impotencia sexual en el varón.
- Los riesgos de contraer enfermedades circulatorias, respiratorias y alérgicas aumentan cuando:
- Se traga el humo.
- Se empieza a fumar desde muy joven.
- Se apuran mucho los cigarrillos.
- Se conserva el cigarrillo en la boca.
- Se vuelve a encender el cigarrillo apagado.
Riesgos adicionales en las mujeres:
- Las mujeres que utilizan anticonceptivos orales y fuman, se multiplica por diez la probabilidad de padecer infarto.
- Entre las mujeres fumadoras, la menopausia se adelanta entre 2 y 3 años con respecto a las mujeres que nunca han fumado.
- Aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis.
Fumadores pasivos:
Se considera fumador pasivo a la persona expuesta de forma mantenida al humo del tabaco que se libera al fumar.
Se ha demostrado que las personas que no fuman, pero que respiran el aire contaminado por el tabaco también corren riesgos.
Al consumir un cigarrillo se producen dos tipos de corrientes de humo:
- Corriente principal: que el fumador aspira cada calada, que pasa por el interior del cigarrillo hasta alcanzar los pulmones del fumador activo.
- Corriente secundaria: que se desprende al ambiente desde el extremo incandescente del cigarrillo y que puede ser inhalada por un sujeto que se encuentra en el entorno contaminado. Ejerce un gran efecto nocivo.
Riesgos para fumadores pasivos:
- Inhalar el aire contaminado por humo incrementa el riesgo de padecer las enfermedades de corazón y de pulmón que los fumadores.
- Se agrava la sintomatología si se padece problemas asmáticos, alérgicos o cardiovasculares.
- Estos riesgos son especialmente significativos en mujeres embarazadas y niños.
- Durante el embarazo, existe un riesgo superior de: aborto espontáneo, de nacimiento prematuro o de bajo peso al nacer.
- En los niños, la exposición al humo aumenta el riesgo de:
- Muerte súbita.
- Infecciones respiratorias.
- Asma.
- Neumonía.
- Otitis.
Situaciones de especial riesgo:
- Enfermedades previas o actuales: las personas que han tenido o tienen problemas respiratorios, cardiovasculares, alérgicos o enfermedades que pueden agravarse con el consumo del tabaco son especialmente vulnerables.
- Embarazo y lactancia: la nicotina atraviesa la barrera placentaria que protege al feto y también pasa a la leche materna.
- Delante de menores: no sólo se les expone al humo, sino que se les enseña un modelo erróneo de conducta para ellos.
- Estancias pequeñas y sin buena ventilación.
- Adolescentes: la edad de inicio se relaciona con la dependencia del tabaco y la dificultad para abandonarla.
Beneficios del abandono del hábito:
- En un par de días: mejoran los sentidos del gusto y del olfato.
- Al cabo de 3 semanas: disminuye o desaparece la tos. La función pulmonar y circulatoria mejora.
- Al cabo de 2 meses: aumenta la energía y la agilidad.
- Después de 3 meses: los pulmones funcionan normalmente.
- Después de 1 año: el riego de muerte súbita por infarto de miocardio disminuye la mitad.
- Entre 5 y 15 años: reducción de riesgo de enfermedad cardiovascular.
- 5 años después de dejar de fumar: disminución a la mitad del riesgo de cáncer de boca, garganta y esófago.
- A los 15 años de abandono del tabaco: el riesgo de enfermedad coronaria se equipara al de personas no fumadoras.
- Después de 10 años de abstinencia: el riesgo de cáncer del pulmón y de páncreas disminuye a la mitad.
Pautas de consumo responsable:
- No fumes cigarros con alto contenido de alquitrán.
- Aleja los dedos del filtro.
- No fumes hasta el filtro, es donde están las sustancias cancerígenas.
- No fumes más de 5 cigarrillos al día.
- No bebas alcohol cuando fumes, de lo contrario no podrás tomar el uno sin el otro sin darte cuenta.
- No consumas otras drogas.